La jueza británica Vanessa
Baraitser rechazó en el tribunal de primera instancia de Londres el pedido de
extradición de Julian Assange, fundador de WikiLeaks, a Estados Unidos. Si bien
el fallo será apelado por Estados Unidos, es una oleada de aire fresco para la
libertad de expresión y la lucha contra el uso de la justicia para acallar
voces críticas.
La jueza en los fundamentos de su
rechazo destacó: “En una situación de total aislamiento, el procedimiento
descripto por Estados Unidos no evitaría el suicidio de Julian Assange y, por
lo tanto, considero que la extradición sería opresiva por el daño mental que
causaría”.
Compartimos a continuación una
columna con el análisis de Judith Gerbaldo
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